El papa destacó que el fraile catamarqueño, fallecido en enero de 1883 en La Posta de El Suncho, fue un «obispo con visión social». Se le atribuye a Esquiú la curación científicamente inexplicable de una niña que padecía osteomielitis.

El papa Francisco decretó ayer la beatificación del fraile catamarqueño Mamerto de la Ascensión Esquiú, a quien le destacó su «visión social».

Según informó el Vaticano, el sumo pontífice autorizó la promulgación del decreto de la Congregación para las Causas de los Santos para la beatificación del Venerable Siervo de Dios argentino, luego de que una junta de cardenales reconociera el milagro atribuido al obispo referido a la curación, científicamente inexplicable, de una niña que padecía osteomielitis.

A partir de ahora, se permitirá el culto público eclesiástico de Esquiú, aunque limitándolo a determinados lugares y familias religiosas.

Esquiú, nacido el 11 de mayo de 1826 en San José de Piedra Blanca y fallecido el 10 de enero de 1883 en La Posta de El Suncho, perteneció a la Orden de los Frailes Menores y fue nombrado obispo de Córdoba en 1880.