Cada 90 segundos muere una persona por ahogamiento en el mundo.
Durante la temporada de verano, el uso de las piletas aumenta de manera exponencial. Cuando nos referimos a las muertes por ahogamiento, estamos hablando de uno de los pocos accidentes que son evitables y en el 80% de los casos ocurren en el hogar.
Dentro de los accidentes domésticos más frecuentes podemos encontrar las caídas, quemaduras, electrocución, heridas y laceraciones con objetos cortantes, intoxicación, envenenamiento y asfixia por objetos extraños. El ahogamiento se define como la dificultad para respirar causada por inmersión en un líquido.
En números dispuestos por la OMS; más de la mitad de todas las personas en el mundo que fallecen por ahogamiento son menores de 25 años y principalmente, ocurren en menores de cinco años. Según el Informe mundial sobre ahogamientos, la edad es uno de los principales factores de riesgo en estas situaciones. Los niños que se ahogan con mayor frecuencia son aquellos que tienen entre 0 a 4 años de edad, quedando en segundo lugar aquellos de 5 a 14 años.
Silvina Polacov es médica pediatra (M.P. 39544 – M.E. 20473) y podemos encontrarla en la Clínica Universitaria Reina Fabiola y en el Centro Médico Modelo de Alta Gracia.
¿Qué precauciones debemos tener cuando los niños entran en una pileta?
Siempre que haya una fuente de agua cerca, por más que sean unos pocos centímetros, incluso las piletitas inflables de los bebés, tiene que haber un adulto supervisando y disponible a ayudar. Es decir, no puede ser un hermano mayor, o alguien que esté haciendo otra cosa y debes en cuando lo mire al niño. Tiene que ser alguien destinado a esa tarea que es importante que sepa nadar ya que sino, en lugar de una víctima vamos a tener dos.
Según la Sociedad Argentina de Pediatría, todos podemos ahogarnos en 10 centímetros de cualquier líquido si se produce una falla de los sistemas que nos permiten reaccionar y liberar la vía aérea.
Por otro lado, pero en adhesión y no en reemplazo del adulto que esté atento, tener un elemento de flotación para los deportes acuáticos y de la prevención de accidentes, es importante resaltar que debemos colocar la protección solar necesaria, un gorro y la remera UV con mangas.
¿Qué rol cumplen los elementos para prevenir ahogos como los chalecos, flotadores o bracitos?
Ningún elemento solo es 100% confiable por eso vuelvo a recalcar la importancia de la presencia de un adulto responsable observando.
Existen algunos objetos como los flotadores con formas de animales o los bracitos que son juguetes y es importante no utilizarlos ya que no cumplen ninguna función preventiva. Luego podemos encontrar los dispositivos de flotación recomendables como los chalecos que incluso existen en el mercado algunos que tienen un agarre por la zona inguinal inclusive y son los que más eficacia han demostrado a la hora de prevenir ahogos.
Con respecto a los bracitos, debemos tener mucho cuidado ya que los niños al caer al agua pueden perder los elementos por el deslizamiento del plástico. Además, al ser inflables pueden pincharse. Por último, si no son del tamaño adecuado, no van a tener una correcta fijación y se pueden salir o, en algunos casos, quedar muy apretados impidiendo los movimientos naturales del niño, no permitiendo que pueda nadar o buscar su propio resguardo.
La regla del 10-20
El único elemento seguro en el agua es un adulto que supervisa. Existe esta regla que hace referencia a que uno tiene que mirar al niño cada 10 segundos y estar a 20 segundos de poder llegar hacia él para poder asistirlo en caso de que necesite ayuda.
No debemos descansar en que tiene colocado bracitos, chaleco, flota flota o hermanos o primos que sepan nadar.
¿Qué debemos hacer si un niño estuvo expuesto a una situación de ahogamiento o si se produjo la ingesta de agua por estar inmerso unos segundos en el agua?
Lo primero que hay que hacer es obviamente retirarlo del agua, ponerlo sobre una superficie firme y controlar si respira.
Si respira, debemos colocarlo en posición de seguridad, es decir de costado por si tiene algún reflejo de vómito y tenemos que llamar al servicio de emergencia para que hagan un control más exhaustivo de la situación del niño y así poder quedarnos tranquilos. Es importante secarlos para poder prevenir la hipotermia.
Con respecto a si nos encontramos con una persona que no está respirando y está inconsciente, debemos inmediatamente activar la comunicación con el servicio de emergencia pero en el mismo instante tenemos que comenzar maniobras de RCP porque es el único método que nos va a permitir salvarle la vida.
¿Qué consecuencias puede dejar un ahogo?
El pronóstico depende del tiempo de inmersión al que haya estado expuesta la persona si es menor o mayor a cinco minutos y de sí precisó o no reanimación pulmonar y qué tipo de reanimación necesitó en cuanto a si solo fueron compresiones y ventilación o si se necesitaron colocarse drogas y desfibrilador. En base a eso las consecuencias pueden ser una recuperación completa sin ninguna secuela o una situación con gran afección neurológica que puede ser desde un estado vegetativo hasta la muerte cerebral.