En la zona trabajan 170 bomberos con autobombas y camiones cisterna. Otro foco ígneo avanza sobre el Pan de Azúcar. El desarrollo del incendio sigue complicado por el fuerte viento. Hubo pérdidas totales y parciales en algunas viviendas.
Es crítica la situación que generó el incendio que ayer arrasó con una extensa superficie del norte del Valle de Punilla, situación que se complica aún más por los fuertes vientos.
Unos 170 bomberos voluntarios, con autobombas y camiones cisterna, permanecían anoche combatiendo las llamas que continuaban avanzando.
El dispositivo previsto procuraba evitar que el fuego cruzara la ruta nacional 38, en cercanías de Charbonier, quemando monte serrano hacia el norte donde se encuentran las poblaciones de El carrizal, Escobas y Copacabana, y hacia el sur, en dirección a Capilla del Monte.
Con el correr de las horas su pudo confirmar que desde la intersección de las rutas 38 y 17 hacia esa ciudad no hubo daño en viviendas, pero en dirección al norte si existieron pérdidas totales y parciales en algunas casas particulares. Se trata de cuatro viviendas afectadas de material liviano y madera: dos quemadas de forma parcial y las otras dos de manera total.
Otro de los focos que se encontraba activo anoche es el que se desarrollaba en un sector del Pan de Azúcar. En ese lugar trabajaron bomberos voluntarios provenientes de 12 cuarteles que lograron contener el fuego que iba hacia la ciudad de Villa Allende. No obstante, se continúa combatiendo el fuego en un segundo frente que va hacia Cosquín.
Por otra parte, los aviones hidrantes no pudieron asistirlos debido a que las condiciones climáticas impedían su vuelo. El comportamiento extremo y explosivo del fuego hizo que por momentos sea humanamente imposible de contenerlo.
“Con un fuego descontrolado, avanza el incendio hacia la zona de Capilla del Monte y Cruz del Eje. En los departamentos Ischilín y Punilla se encuentran trabajando 170 bomberos con auto bombas y camiones cisterna”, afirmó el Gobierno a través de su cuenta de Twitter oficial.
“Las condiciones climáticas extremas dificultan el trabajo del personal de bomberos que son atrapados por el fuego. No hay humedad en el ambiente, la vegetación de la zona (monte serrano, palmeras y pastizal) está totalmente seca y con ráfagas de viento del sector norte”, agregó el Ejecutivo.
Por su parte, el director de Defensa Civil provincial, Diego Concha, afirmó que “es un incendio muy grande en donde la prioridad es proteger la vida y los bienes de la comunidad; hay alambrados cortados lo que hace que se desplacen los animales en dirección a la Ruta 38”.
“El material combustible en el terreno es monte serrano, palmera, pastizal muy seco, con viento con fuertes ráfagas”, explicó.