Ante la negativa del presidente brasileño de implementar medidas de aislamiento social para enfrenta el coronavirus, Luiz Henrique Mandetta ya había anunciado su decisión de abandonar el cargo. Será reemplazado por Nelson Teich, amigo del primer mandatario.

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, destituyó ayer al ministro de Salud, Luiz Henrique Mandetta, quien más temprano había anunciado su decisión de abandonar el cargo debido a las diferencias entre ambos respecto a las políticas sanitarias en el marco de la crisis por el coronavirus.

El mandatario hizo el anuncio en cadena nacional e informó que el funcionario saliente será reemplazado por Nelson Teich, un oncólogo del sector privado y amigo personal suyo.

Si bien, el Jefe de Estado afirmó que la salida de Mandetta del Gobierno se trató de un «divorcio consensuado», el ministro saliente afirmó que a través de las redes sociales que «acabo de escuchar del presidente Jair Bolsonaro el aviso de mi expulsión del Ministerio de la Salud».

Antes, en declaraciones al portal Veja, Mandetta reprochó que con Bolsonaro, «uno conversa hoy, la persona entiende, te dice que está de acuerdo, después cambia de idea y enseguida cambia el discurso de nuevo”.

“Ya basta, hemos ayudado bastante», disparó el ex médico del Ejército al cuestionar la negativa del mandatario brasileño a implementar medidas de aislamiento social frente al avance del Covid-19 que en Brasil ya provocó 1736 decesos y 28.320 casos.

En este sentido, el titular de la cartera sanitaria confesó que «hace sesenta días que estoy midiendo las palabras» y confirmó que abandonaría el cargo.

Por otra parte, Bolsonaro informó que “el gobierno no tiene cómo mantener este auxilio de emergencia por mucho tiempo» y remarcó que «la economía debe volver a la situación más normal posible porque, además de la vida, nos preocupa el empleo».

Asimismo, el mandatario aclaró que su gobierno «no es una fuente de socorro eterno» para los gobernadores e intendentes que reclaman las medidas de aislamiento social recomendadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

«Nunca me consultaron sobre lo que iban a hacer pero el precio será alto. Si exageraron en sus medidas, no les pasen la factura al gobierno ni a nuestro sufrido pueblo», afirmó Bolsonaro.