El IPC Córdoba acumuló una variación interanual del 37,03%, mientras que en lo que va del año tuvo un alza del 16,88%.

Durante el mes de agosto, el Índice de Precios al Consumidor Córdoba (IPC-Cba) registró un incremento del 2,22 por ciento respecto al mes anterior, según el informe elaborado por la Dirección General de Estadística y Censos.

En tanto, en los últimos doce meses del año, el IPC acumuló una variación del 37,03 por ciento y desde diciembre último tuvo un alza del 16,88 por ciento.

Según el informe oficial, la suba de agosto se explica principalmente por las categorías Alimentos y Bebidas (3,40%) debido a los aumentos de carnes, verduras, frutas, bebidas no alcohólicas, y alimentos y bebidas comprados y consumidos en restaurantes o bares; Transporte y Comunicaciones (1,47%) principalmente por incrementos en compra-venta de vehículos, y en combustibles y lubricantes para vehículos del hogar; Equipamiento y Mantenimiento del Hogar (3,78%) a raíz de las subas en muebles y accesorios, artefactos grandes para el hogar y bienes para el hogar no durables (productos de limpieza); y Salud (2,32%): a raíz del incremento en productos farmacéuticos.

También registraron subas – aunque más leves- los sectores Esparcimiento (2,99%), Bienes y servicios varios (1,22%), Propiedades, combustibles, agua y electricidad (0,53%), y Enseñanza (0,38%).

Por otra parte, el informe oficial precisa que los bienes, que representan un 59 por ciento de la canasta, tuvieron una variación de 2,99 por ciento respecto al mes anterior, mientras que los servicios, que representan el restante 41 por ciento de la canasta tuvieron una variación de 0,94 por ciento.

Respecto a los bienes y servicios estacionales, registraron un incremento mensual de 3,75 por ciento, mientras que los regulados tuvieron un aumento de 0,33 por ciento, en tanto el resto de los productos que componen la canasta de IPC aumentaron 2,82 por ciento.

Cabe remarcar que el organismo oficial aclaró que, teniendo en cuenta la emergencia sanitaria por el coronavirus, “para garantizar la publicación de los indicadores estadísticos oficiales, protegiendo la salud del personal que cumple dichas tareas, como así también la de la población encuestada, se utilizaron modalidades alternativas de relevamiento, tales como consultas vía telefónica, correo electrónico, web, entre otras. Con los datos faltantes se establecen imputaciones de precios según metodologías indicadas”.