Según la CAME, en los primeros seis meses del año el comercio minorista pyme acumula un derrumbe anual de 32,5%.

Tras tres meses y medio de cuarentena por la pandemia de Covid-19, las cantidades vendidas por los negocios minoristas cayeron 34,8 por ciento en junio frente a igual mes de 2019, medidas en cantidades, informó ayer la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).

En los primeros seis meses del año, el comercio minorista pyme acumula así un derrumbe anual de 32,5 por ciento frente a iguales meses del 2019.

En tanto, sin considerar las actividades esenciales (Alimentos y bebidas, Farmacias y Ferreterías), la baja se ubica en 43,1 por ciento.

El informe precisa que todos los rubros medidos declinaron frente al menor consumo generalizado que provoca la caída en los ingresos, la menor circulación de gente en las calles, y la incertidumbre.

Según la CAME, la mayor retracción en las ventas se sintió en el AMBA, donde el expendio minorista descendió 49,3 por ciento afectado por los controles más estrictos, que generaron menor cantidad de locales abiertos y menos circulación de gente comprando.

El rubro con menor caída interanual en el mes fue Farmacias (-12,7%), siempre medidas en cantidades, que dividida por zonas la retracción anual es de 8,6 por ciento en el país, sin AMBA, y 16,8 por ciento en AMBA.

El segundo ramo con menor baja fue Alimentos y bebidas (-19,4%) aunque el descenso es muy importante. Buena parte se explica por el fuerte traslado de ventas hacia los hipermercados, sobre todo en CABA y Gran Buenos Aires.

En Ferreterías, materiales eléctricos y para la construcción las ventas anuales se redujeron 22,9 por ciento para el promedio país. La disminución se produce a pesar de que son tres rubros esenciales, pero con muy fuerte disparidad: cayó 42,1 por ciento en la zona AMBA y apenas 3,7 por ciento en el interior del país.

En Indumentaria la caída promedio en el país fue de 47,5 por ciento pero con un descenso de 23,3 por ciento en el interior del país y de 71,7 por ciento en AMBA.

Finalmente, el informe revela que para el 42,4 por ciento de las empresas consultadas su situación en junio fue mala, para el 11,5 por ciento crítica, y 29,6 por ciento regular.