Según el INDEC, los shoppings registraron una caída del 66,4%, debido a las restricciones por la pandemia.

Las ventas de los supermercados registraron durante agosto una caída interanual del 5,7 por ciento, mientras que en los autoservicios mayoristas presentaron un alza del 3,4 por ciento, informó ayer el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec).

Según el informe oficial, durante el octavo mes del año los supermercados facturaron $80.498 millones, a precios corrientes, y $22.976 millones, a precios constantes.

El organismo precisó que las ventas por los canales online aumentaron un 308 por ciento respecto de agosto de 2019, mientras las ventas realizadas de manera presencial subieron solamente un 30 por ciento, a precios corrientes. Sin embargo, el consumo digital todavía representó apenas el 5,2 por ciento de la facturación total.

En cuanto a los medios de pago, el 37,1 por ciento de las operaciones realizadas en los supermercados fueron ejecutadas con tarjetas de crédito.

Por otra parte, las ventas mayoristas alcanzaron en agosto los 14.038 millones de pesos, lo cual significó un aumento del 3,4 por ciento, a precios constantes.

En este caso, casi la totalidad de las transacciones se realizaron de manera presencial.

En el caso de los shoppings, la facturación fue de 4.693,9 millones de pesos, a precios corrientes, y de 1.389,1 millones de pesos, a precios constantes, con variaciones negativas del 66,4 por ciento y del 79 por ciento, respectivamente.

Según los datos del INDEC, las mermas fueron más pronunciadas en el Gran Buenos Aires que en el resto del país. En efecto, regiones como la de Cuyo y el Norte arrojaron contracciones, a precios corrientes, de apenas 12 por ciento.