El presidente brasileño permanecerá internado en un hospital privado en San Pablo para ser sometido a «tratamiento clínico conservador».

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, fue internado de urgencia ayer en un hospital privado en San Pablo, donde será sometido a un tratamiento clínico por una obstrucción intestinal y evitar que se le deba realizar una intervención.

«Después de evaluaciones clínicas, de laboratorio e imágenes, el presidente permanecerá internado inicialmente en tratamiento clínico conservador», dice un boletín del hospital privado Vila Nova Star.

Antes, el senador Flávio Bolsonaro, hijo del jefe del Estado, dijo que su padre fue sedado e intubado en terapia intensiva en el Hospital de las Fuerzas Armaadas de Brasilia, a raíz de dolores abdominales tras presentar una crisis de hipo de 13 días.

Según Bolsonaro, el cuadro es consecuencias de haber sido acuchillado en septiembre de 2018 durante la campaña electoral. «Fue un atentado cruel no apenas contra mí sino contra nuestra democracia», dijo, pese a que la Policía Federal y el Ministerio de Justicia resolvieron que el autor del ataque, Adelio Bispo, sufría trastornado mental.

En este sentido, Bolsonaro sostuvo que el intento de asesinato «fue promovido por un antiguo afiliado» al Partido Socialismo y Libertad (Psol), al que califica como «brazo izquierdo» del Partido de los Trabajadores (PT) «para impedir la victoria de millones de brasileños que querían cambios para Brasil».

Cabe remarcar que, desde su asunción en enero de 2019, Bolsonaro se sometió a seis operaciones, cuatro de ellas vinculadas a la lesión sufrida en el atentado.