Se trata de Mateo Soler y Tadeo Torasso, jugadores del Tala, quienes quedaron acusados los delitos de lesiones leves, violación de domicilio y daño. Ocurrió en la madrugada del domingo en una fiesta privada en el country Lomas de los Carolinos.

El fiscal Horacio Vázquez imputó ayer a dos jugadores de rugby de El Tala Club por los delitos de lesiones leves, violación de domicilio y daño, por haber intentado ingresar en la madrugada del domingo a una fiesta privada en el country Lomas de los Carolinos y golpear brutalmente a un joven de 18 años, a quien provocaron graves heridas.

La víctima fue identificada como Lautaro Insúa, quien participaba junto con sus compañeros de un festejo de egresados.

En ese contexto, el joven relató que en un intento por evitar el ingreso de los agresores a la fiesta –debido a que no estaban invitados- «me empezaron a golpear en toda la cara y en el piso también».

«En total eran cuatro chicos. Pero solo dos de ellos me golpearon», precisó Insúa.

Sin embargo, Mateo Soler, el principal acusado, dio otra versión de los hechos. «Yo entré a la casa y me encuentro con Lautaro, es la primera persona que me cruza. Me empezó a sacar, a agarrar fuerte. Discutimos, seguía gritando, me metió una trompada y me tiró para atrás, no sé si me quiso tacklear. Me tiró contra unos alambrados y cuando voy al piso con él, me lo saco y reacciono sin pensar, le metí dos trompadas en la cara», aseguró en declaraciones a Canal Doce.

Por su parte, el abogado de la víctima, Carlos Nayi, dijo los cuatro rugbiers, «aprovechándose de la superioridad numérica y física, pretendieron invadir una vivienda privada con fines furtivos».

Pese a haber dos imputaciones, el letrado consideró que los agresores son cuatro: «dos golpearon y dos apoyaron la golpiza de manera pasiva, pero corresponde también que respondan penalmente». Y precisó: «Le quebraron el tabique y le ocasionaron graves lesiones nasales».

En tanto, la Comisión Directiva del Tala Rugby Club emitió un comunicado de «repudio y condena» y anunció que pusieron en marcha una investigación administrativa interna para adoptar las medidas disciplinarias correspondientes.

«No toleramos bajo ningún punto de vista actos y manifestaciones de intolerancia de ningún tipo y adoptaremos las medidas más rigurosas que estén a nuestro alcance a los fines de contribuir a evitar estos lamentables sucesos», sostiene el texto.