En una carta, Lucas Figueros dijo que se siente “denostado, discriminado y condenado por todos los medios de comunicación”, responsabilizó al director del geriátrico en el que trabaja y afirmó que “es probable que yo me haya contagiado allí”.

Lucas Figueros, el médico que trabaja en el geriátrico Santa Lucía de Saldán donde se confirmaron 27 casos de coronavirus, cargó ayer contra los medios de comunicación a la vez que afirmó que “es probable que yo me haya contagiado allí”.

En una carta difundida ayer, el profesional de la salud dijo que se siente “denostado, discriminado y condenado por todos los medios de comunicación” y sentenció: “Ustedes matan más que el virus”.

A continuación, el texto completo:

Mi nombre es Lucas Figueroa. Soy el médico al que le dio positivo el test de Covid-19 que realicé de modo voluntario. Desde entonces, he recibido críticas, insultos, escraches, difamaciones y mentiras sobre mi persona y mi familia. Me siento absolutamente denostado, discriminado y condenado por todos los medios de comunicación que sin mi autorización difundieron mi nombre y apellido, junto con todo tipo de falsedades.

Fui señalado y acusado de haber cometido el grave delito de contagiarme el virus asistiendo y salvando las vidas de mis pacientes, poniendo en riesgo mi propia vida y la de mi familia. Me desempeño como médico de cabecera de Pami en el Consultorio privado de Saldán, en el Dispensario Mayu Sumaj y en el Geriátrico Santa Lucía de Saldán. De estos tres lugares, únicamente en el Geriátrico de Santa Lucía han dado casos positivos de Covid-19, pero en los medios y en las redes sociales me acusaron de haber contagiado y puesto en riesgo a toda la población.

La grave situación que se aproximaba y la alta vulnerabilidad a la que se encuentran expuestos los adultos mayores y la institución misma, propuse al Director Médico que organizara y se anticipará a la contingencia. Sugerí definir un protocolo de acción con el propósito de prevenir y normatizar las acciones adecuadas. Lamentablemente, no consideró pertinentes mis sugerencias.

En el geriátrico no había elementos de protección, no había alcohol en gel y las manos se las secaban en una toalla comunitaria o en los ambos, solo ponían un rollo de papel por día para secarse las manos. No prepararon adecuadamente al personal. No se definieron las zonas de aislamiento y circulación. No restringieron a tiempo el acceso de visitas, cuando debió hacerse anteriormente. Hoy el Director Médico del geriátrico miente. Miente impunemente y me deja expuesto. Hace mucho tiempo que no aparece por el lugar, pero sí aparece en los medios de comunicación diciendo que en el geriátrico todo estaba organizado.

Lamento profundamente lo que ha pasado y entiendo el enojo de los familiares e incluso de los empleados. Para ellos yo soy el culpable del contagio, porque así me hicieron aparecer medios, pero en realidad es probable que yo me haya contagiado allí. El punto no es encontrar a un culpable, no lo hay, es una pandemia propagada a nivel mundial. El asunto es que dejen de señalarme a mí y a todo el personal de salud que nos jugamos la vida y la de nuestras familias por ustedes. Sean solidarios y más empáticos con nosotros. Me gustaría que los medios de comunicación que me difamaron sean responsables de lo que hicieron. Si un médico comete un error lo condenan socialmente por mala praxis antes de pueda presentar defensa alguna. ¿Quién los juzga a los periodistas? Ustedes matan más que el virus, y con toda libertad. Y eso les reditúa mucho.