El féretro llegó pasadas las 19 al Cementerio Jardín de Bella Vista, a 40 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires. Familiares, amigos y seres cercanos lo despidieron en una ceremonia íntima.
Diego Armando Maradona fue sepultado en la tarde de ayer en el cementerio privado Jardín Bella Vista, en una ceremonia íntima.
Sus hermanos Ana, Rita, Elsa y Raúl, sus hijas Dalma, Giannina, Jana y Diego Fernando, su exesposa Claudia Villafañe, su expareja Verónica Ojeda, su sobrino Daniel Líopez Maradona, su exrepresentante Guillermo Cóppola, el embajador de Italia en la Argentina, Giuseppe Manzo, y supervisando el acto de sepultura el ministro de Seguridad, Sergio Berni, fueron los más conocidos concurrentes a ese momento final.
Alrededor de 40 personas asistieron a esa ceremonia privada en la que tras el arribo del cortejo fúnebre al cementerio de Bella Vista exactamente a las 19, luego de poco más de una hora de viaje desde la Casa Rosada, el féretro con los restos de Diego fueron llevados a mano a través del parque hasta su morada final, situada a la vera de la tumba de su madre, Dalma Franco, «Doña Tota», y muy cerca de la de su padre, Don Diego Maradona.
Por delante de todos, en el lado izquierdo del féretro, llevaba la empuñadora Cóppola, mientras que del otro lado se ubicó Raúl «Lalo» Maradona.
El recorrido de unos 50 metros hasta el gazebo blanco instalado sobre la tumba reunió a los asistentes en un responso ofrecido por un sacerdote.
Luego de unos 20 minutos, se dispuso el entierro, que al momento de culminar encendió un cerrado aplauso de todos los concurrentes a modo de último adiós.
Mientras tanto, desde afuera llegaba el cántico de medio millar de «hinchas de Diego» que entonaba algunas estrofas del tema «La Mano de Dios», del fallecido cantante de cuarteto cordobés, Rodrigo Bueno, rodeado de varios cordones policiales.
(Fuente: Telam)