Se trata del primer juicio con jurados populares que se retoma en el país durante la pandemia. Se respetó el distanciamiento social entre el tribunal y las partes. Los imputados participaron en forma remota, mientras que la prensa siguió el juicio desde otra sala.

Con dos declaraciones testimoniales, se reanudó ayer en la Cámara Criminal y Correccional de 8° Nominación de la ciudad de Córdoba el juicio por el tiroteo en Nueva Córdoba, ocurrido el 16 de febrero de 2018, en el que murieron dos delincuentes y un policía.

Se trata del primer juicio con jurados populares desarrollado, en Argentina, durante el aislamiento social, preventivo y obligatorio en el marco de la emergencia sanitaria por la pandemia de coronavirus.

Por este motivo, el debate tuvo lugar en una sala de audiencias especialmente acondicionada para evitar contagios, respetando las normas de distanciamiento social establecidas por el Centro de Operaciones de Emergencias (COE) e implementando las medidas de higiene y bioseguridad recomendadas.

En la sala estuvo presente el tribunal -conformado por los camaristas Marcelo Jaime (presidente), Eugenio Pérez Moreno y Juan Manuel Ugarte- junto con ocho jurados titulares y cinco suplementes, el fiscal de cámara Hugo Almirón y los abogados defensores Silvina Oliva, Eduardo Caeiro, Nicolas Díaz, Carlos Hairabedian y Héctor Meli.

En tanto, los tres imputados que están privados de la libertad, Ariel Gramajo, Ariel Murúa Rodríguez y Diego Tremarchi, siguieron las audiencias en forma remota desde el Complejo Carcelario n.° 1 “Reverendo Francisco Luchesse”, de la localidad de Bouwer. Los dos acusados que están en prisión domiciliaria, Teresa Mitre y Miguel Ángel Mitre, intervinieron en el juicio desde una sala de videoconferencia ubicada en Tribunales II.

Por otro lado, el público y los periodistas acreditados presenciaron el debate desde una sala contigua donde se reproducía la filmación del juicio en una pantalla.

En el banquillo de los acusados se encuentran Ariel Gramajo, Ariel Murúa y Diego Tremarchi, imputados por el delito de homicidio criminis.

En tanto, Teresa Mitre (69) y Miguel Ángel Mitre (65), están imputados como partícipes necesarios de robo calificado. Ambos son señalados como supuestos «entregadores» ya que habrían entregado las llaves del departamento asaltado. Mitre era la empleada doméstica del dueño del departamento, Guido Romagnoli.

Cabe recordar el hecho juzgado ocurrió en la madrugada del 16 de febrero de 2018, cuando un grupo de delincuentes fuertemente armados irrumpió en un departamento en una torre de Rondeau 84, donde presuntamente funcionaba una mesa de dinero.

En la huida, los delincuentes se enfrentaron con la policía y en el tiroteo fueron abatidos el cabo de policía Franco Ferraro y dos asaltantes, Ricardo Serravalle y Rolando Ricardo Hidalgo.