El ministro explicó que “las personas que se encuentran con respiración mecánica asistida tratadas con plasma, presentan una baja en el tiempo de estadía de un 50 %”, es decir que se pasa reduce de 14 a siete u ocho cuando de internación.

El ministro de Salud, Diego Cardozo encabezó ayer una nueva presentación de la situación epidemiológica, ocasión en que llamó a que las personas recuperadas de Covid-19 donen su plasma para el tratamiento de personas afectadas por el virus en estado crítico.

El funcionario, que estuvo acompañado por la secretaria de Prevención y Promoción de la Salud, Gabriela Barbás, y el director del Hospital Rawson, Miguel Díaz, explicó que “las personas que se encuentran con respiración mecánica asistida tratadas con plasma, presentan una baja en el tiempo de estadía de un 50 %. Este tiempo pasa de 14 días de internación– quienes no reciben la transfusión– a siete u ocho cuando sí lo hacen”.

“La muestra es pequeña para sacar conclusiones definitivas, pero los resultados provisorios son muy buenos y prometedores”, agregó el ministro.

Actualmente, hay 3.370 personas recuperadas de Covid-19 en la provincia, de las que 96 realizaron donaciones de plasma, algunas en más de una oportunidad. De esta manera, estas iniciativas constituyen un recurso importante para el sistema de salud.

Por otra parte, los especialistas enfatizaron en la importancia de cuidar a los adultos mayores, debido a que es a quienes más afecta el Covid-19, y donde se presenta mayor letalidad. En este sentido, la curva de letalidad –a partir de las investigaciones epidemiológicas en la provincia- presenta un incremento a partir de los 60 años.

Al respecto, Cardozo indicó que no es un factor que afecta sólo a Córdoba, sino que se da a nivel global. “En el mundo, los grupos vulnerables más propensos a complicarse y fallecer son los adultos mayores, y principalmente las personas que están geriatrizadas”.

De esta manera, apeló a extremar las medidas de cuidado en instituciones cerradas como geriátricos, centros de rehabilitación, cárceles, neuropsiquiátricos, entre otros, pues se trata de comunidades vulnerables a esta afección.