En una entrevista con TN, el presidente defendió el proyecto oficial, cuestionó a la oposición en Diputados por negarse a debatir, aseguró que impulsará la despenalización del aborto, rechazó las marchas y no descartó endurecer las medidas de aislamiento.

El presidente Alberto Fernández defendió ayer el proyecto oficial de reforma judicial a la vez que remarcó que «el que más debería celebrar en (Mauricio) Macri» ya que la norma garantiza que «no le va a suceder lo que él hizo con sus opositores, persiguiéndolos con la Justicia».

En el marco de una extensa entrevista concedida al canal de noticias TN, el mandatario se refirió a la crisis sanitaria por la pandemia de coronavirus y las medidas de aislamiento social; a la salida del bloque de Juntos por el Cambio en Diputados que anticipó que iba a impugnar la sesión del martes pasado; la reforma judicial; el acuerdo con bonistas por la deuda bajo ley extranjera; el proyecto de despenalización del aborto; los casos Facundo Astudillo Castro y Solange Musse, entre otros temas.

Respecto a la reforma judicial, el Jefe de Estado afirmó: «El primero que debería estar festejando la reforma judicial es Mauricio Macri. Con esto le estamos garantizando que no le va a suceder lo que él hizo con sus opositores, persiguiéndolos con la Justicia».

En este sentido, recordó que el proyecto era una de sus promesas de campaña. «Lo dije ahí, lo dije cuando asumí y lo dije en la apertura de sesiones en el Congreso. Es un proyecto mío no de Cristina», remarcó a la vez que reiteró que no va a retirar el proyecto de la Cámara de Diputados.

Fernández explicó que «nosotros hemos enviado una ley que ordena el funcionamiento de la justicia federal» y aclaró que «todos los procesos que están en marcha quedan en manos de los jueces que las tienen». Y reclamó a los jueces que «los que han perdido la conducta, la recuperen».

Asimismo, remarcó que desde que asumió «termine con los fondo reservados e impide que los espías intervengan en la justicia«.

Respecto a la crisis sanitaria por la pandemia, Fernández no descartó accionar el «botón rojo» para endurecer las medidas de aislamiento social en caso de que aumente la ocupación de camas de terapia intensiva y reiteró que no permitirá que el sistema sanitario «llegue a un punto de colapso».

«Lo dije el primer día, lo más importante es que la gente tenga la posibilidad de ser atendida, y hay muchos lugares donde la utilización de camas de terapia intensiva han crecido y no voy a permitir que lleguen a un punto de colapso», advirtió.

El presidente volvió a aclarar que no existe una «cuarentena» ya que la gente sale a hacer los que necesita sin restricciones. «Es falso que haya 160 días de cuarentena. La verdad no hay cuarentena. La cuarentena supone encierro, es quedarse encerrado en su casa y la gente sale, se mueve. Lo que pedimos es aislamiento sanitario de quienes están con mayor vulnerabilidad«, insistió.

«Hay mucha gente que responsablemente se cuida y se queda en su casa», reconoció a la vez que afirmó que «no hay que confundir a la gente» porque «el riesgo existe» y hay «mucha gente contagiada que no lo sabe» y puede contagiar a personas.

Fernández dijo que «los problemas» que está teniendo Argentina «son derivados de la mayor circulación y contacto de la gente».

En otro tramo de la entrevista, el Jefe de Estado señaló que «la pandemia se politizó en Argentina», movida por «factores de poder y por la oposición», que «la usaron como mecanismo de ataque al gobierno».

«Inventaron el enamoramiento del Gobierno con la pandemia», dijo y preguntó»: «Ustedes creen que un presidente es feliz con una cuarentena, ustedes creen que un presidente es feliz con una economía parada?».

En esta línea cuestionó a los sectores opositores que fogonean para que se flexibilice el aislamiento poniendo en riesgo la salud de los argentinos y apuntó directamente al ex presidente Mauricio Macri, a quien acusó de, «desde Suiza, llamar a la gente a marchar» contra el Gobierno.

Al ser informado que Macri volvería hoy al país, el presidente respondió: «Habrá terminado sus vacaciones y después tendrá otras».

Respecto a las marchas opositoras que incumplen con el aislamiento, el presidente explicó que él no se opone al reclamo, sino a la modalidad en el contexto de pandemia: «Salgan todos los días a los balcones a tocar las cacerolas».

En esta línea, subrayó que «voy a defender hasta el infinito el derecho a la protesta» ya que «no soy el dueño de la verdad» y reclamó: «Salgan a  la calle para decirme cuando haga mal las cosas, pero no salgan a la calle a confundir».

Por otra parte, el presidente se refirió al bloque de Juntos por el Cambio en Diputados, que en la sesión del martes se retiró antes de la votación y anticipó que impugnaría la sesión.

«Lo que pasó ayer dejó en claro dónde está cada uno, nosotros y la oposición», dijo el mandatario.

«La única culpable es la oposición», dijo al recordar que el bloque macrista reclamó realizar el debate de manera presencial y, tras ser invitado al recinto, se retiró antes de votar la ley que apunta a ocuparse del sector turístico.

Respecto de las políticas en materia monetaria, el Presidente dijo que «no está en sus planes devaluar» a la vez que destacó el acuerdo con los acreedores por la reestructuración de la deuda y el apoyo internacional que tuvo el Gobierno para llegar a ese resultado.

En cuanto a la situación económica, el mandatario recordó que «herede el cepo. Creo que es malo. Yo no potenciaría el cepo» a la vez que afirmó que ahora «tenemos que ver como empezamos a acumular dólares y que la gente empiece a confiar en el peso. Esa la solución», remarcó.

Al ser consultado sobre el caso Astudillo Castro, Fernández reiteró que «lo ultimo que haría es encubrir cualquier forma de violencia institucional, la deploro y quiero que se castigue».

«Necesito que se sepa la verdad, porque lo merece Cristina (Castro), lo merece Facundo y lo merecemos todos», agregó.

En cuanto al caso de Solange Musse y la carta que escribió su padre, dirigida al presidente y al gobernador Juan Schiaretti, Fernández dijo que «no puedo contestarle nada a un padre que ha perdido a su hija» y agregó que «si pudiera hacer algo lo haría encantado».

Finalmente, el mandatario se refirió al proyecto de ley de despenalización del aborto y remarcó: «Tengan la certeza de que a esa ley la voy a elevar por convicción».